Como emprendedor, la capacidad para comunicarte de manera efectiva puede ser la diferencia entre el triunfo y el fracaso de tu negocio.
Por eso, es indispensable que te prepares para mejorar la comunicación con tus empleados, inversionistas, proveedores y clientes.
Dominar las herramientas comunicativas te permitirá desde vender una idea hasta liderar un equipo de trabajo ganador.
Los interlocutores externos
La comunicación externa es la que se dirige a las audiencias que están fuera de tu empresa: el público en general, los medios de comunicación, los proveedores, los inversionistas o el Gobierno.
Una buena comunicación externa te permite, entre otras cosas, formular certeramente tus argumentos, defender tu proyecto u obtener financiamiento.
Tu audiencia interna
La comunicación interna es la que diriges a tu personal. Te permite motivar a tu equipo y retener a tus colaboradores más talentosos.
Comunicar a tus empleados un mensaje claro, comprensible y eficaz te ayudará a construir con ellos una sólida relación laboral.
Habilidades que te abrirán puertas
El ideal de todo comunicador es decir con claridad lo que quiere expresar, y lograr que la audiencia entienda exactamente eso.
Esto no es fácil, pero estas son las siete habilidades que debes desarrollar para comunicarte de manera efectiva:
- Escucha: si quieres establecer una comunicación real, tienes que poner atención a lo que dicen tus interlocutores y no concentrarte solo en lo que tú quieres decir. No puedes convencer ni motivar a nadie si no conoces lo que el otro piensa o necesita.
- Relaciónate con los demás: esto se irá dando como consecuencia de la habilidad anterior. Si escuchas a tu interlocutor, puedes relacionarte con él porque lo conoces.
- Simplifica las situaciones complejas: a un buen comunicador no le interesa parecer más culto que su audiencia, lo que quiere es que el mensaje sea claro y concreto para sus audiencias. Esto implica que debes ser capaz de modificar tu mensaje para adecuarlo a cada audiencia diferente a la que te dirijas.
- Habla en el momento en que se requiera: es importante que estés atento para intervenir oportunamente, ya sea para aprovechar una oportunidad o para evitar un conflicto que inicia.
- Confía en ti: no necesitas frases rebuscadas; habla claro y sé directo. Si confías en ti mismo, dominas el tema y crees en lo que estás diciendo, ganarás la confianza de tu audiencia.
- Enfócate en tus interacciones: no divagues ni des datos innecesarios. Enfócate exclusivamente en el mensaje que quieres transmitir a esa audiencia específica.
- Reconoce las señales no verbales: el lenguaje corporal puede darte más información que las palabras. Es importante que puedas “leer” la frustración, el cansancio o el nerviosismo de tu audiencia, para que hagas los ajustes que se requieran.
Emprender un negocio requiere mucha planeación y esfuerzo, pero todo se facilita cuando puedes comunicar con precisión qué estás ofreciendo y qué necesitas de los demás.
Pule tus habilidades comunicativas y, con seguridad, ya nos contarás de tus éxitos.
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